UJI - Curso: EL CINE SEGÚN...

Tema 6.2 - El cine según... los padres del sonoro japonés

Prof: Fernando Blasco Lasmarias

AKIRA KUROSAWA (1910-1998)

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1 - EL MÁS INTERNACIONAL DE LOS CINEASTAS NIPONES

A diferencia de Mizoguchi y Ozu, Kurosawa es un realizador “estrella” en si mismo. Con lo cual hay más obra escrita (autobiografías, biografías, libros de entrevistas, artículos, ...) sobre él, que sobre el resto de cineastas japoneses juntos. Esto nos facilita un conocimiento profundo de su figura, pero a la vez nos dificulta un posible resumen de la misma.

Nació en Tokio. Y aunque era el menor de ocho hermanos, la posición de su familia, sin ser ostentosa, era bastante desahogada. Descendía, por vía paterna, de un antiguo linaje de samuráis. Pero desde muy joven se separó de la vocación militar de su padre, y a la vez estuvo muy expuesto a la cultura occidental (la literatura, la música, la pintura, …y el cine).

Hasta los 25 años, se dedicó básicamente a formarse como pintor, y a escribir ocasionalmente para periódicos locales. En 1935, se presentó a unas pruebas para ayudante de director de cine, cayéndole en gracia a uno de los examinadores, el realizador Kajiro Yamamoto, con el que acabaría trabajando como asistente de dirección hasta 1942.

Si bien no rodaría su primera película hasta la edad de 33 años, su carrera acabaría siendo la más larga de las de los tres directores estudiados en este tema (50 años). Que no la más prolífica: ya que estuvo llena de altibajos.

Desde sus primeros films (en plena IIGM), Kurosawa demostró ser un director contracorriente, no sólo contra la censura del gobierno nipón, sino también contra los tópicos más del gusto del gran público. Y cuanto más a la contra iba, paradójicamente más popularidad y envergadura iban ganando sus proyectos. Y así fue creciendo como director en esos primeros años, con experimentos como el neorrealismo de Un domingo maravilloso (1947) o el cine negro “a la japonesa” de El ángel ebrio (1948).

Pero la fecha clave, no sólo para el cine de Kurosawa, y para el cine japonés, sino para todo el cine asiático y su reconocimiento en Occidente, fue 1950, con el estreno de Rashomon (cinta multipremiada en el Festival de Venecia, y ganadora del óscar a la mejor película extranjera). Desde entonces y hasta 1965, se sucedieron en su carrera obras maestras de éxito internacional, y del calibre por ejemplo, de: Vivir (1952); Los siete samuráis (1954); Trono de sangre (1957); La fortaleza escondida (1958); Yojimbo (1961); El infierno del odio (1963) o Barbarroja (1965). Estas tres últimas son, probablemente, la cima de su carrera; y están coproducidas ya por la Kurosawa Production Company.

Entre el baldío intento de dirigir en USA (1966-1968), y la quiebra de su nueva compañía (la Yonki No Kai, 1969-1971) no sólo perdió seis años, sino también la autoestima. Así llegó a intentar suicidarse a finales de 1971.

Pero era tal su prestigio internacional, que productores cinéfilos de varios países se empeñaron en que volviera a dirigir. El primero que lo consiguió fue el estudio soviético Mosfilm, para el que realizó la soberbia Dersu Uzala (1975) . Luego lo harían Lucas, Coppola y la 20TF, que producirían Kagemusha, la sombra del guerrero (1980); o Serge Silberman, que haría lo propio con Ran (1985). Estas tres películas acapararon multitud de premios internacionales ( Palma de oro, Óscar, premios BAFTA, etc., etc,).

Antes de caer postrado en una silla de ruedas en 1995, y fallecer en 1998, aun rodaría tres pequeñas joyas, que son como su testamento fílmico: Los sueños de Akira Kurosawa (1990) ; Rapsodia en agosto (1991) , y Madadayo (1993)

2 - ESTILO Y SIGNIFICADO DE KUROSAWA

Akira Kurosawa fue todo un divo de la dirección (al estilo de Kubrick o Scorsese), con todo lo que ello puede acarrear:

3 - LA PELÍCULA DE ESTA SEMANA

Entre sus dos “Jidaijeki” más conocidos —Rashomon (1950) y Los siete samuráis (1954)— Kurosawa rodó un “Gendijeki” de menor presupuesto, de tono intimista, y con aparente sencillez de medios técnicos y artísticos. Esta pequeña y rara joya se titularía Ikiru (1952) —Vivir, se tradujo en España— y acabaría siendo un clásico universal de la historia del cine.

Esta película supuso el regreso de Kurosawa a la compañía Toho; y a la vez, su primera colaboración con el gran guionista Hideo Oguni.

La génesis del film, está en la brevísima sinopsis del mismo, que el propio Kurosawa dio a los dos guionistas —Hashimoto y Oguni— para que escribieran un guión. Para “inspirarse”, ambos leyeron La muerte de Iván Ilyich, de Tolstoi, de la que se considera una adaptación libre.

Se rodó entre marzo y agosto de 1952 (un tiempo récord para lo habitual en Kurosawa), y se estrenó en Tokio el 9 de octubre del mismo año. Obtuvo un notable éxito de crítica y público en Japón, mas un inicial ostracismo en el extranjero.

Para el papel protagonista absoluto, eligió a Takashi Shimura, actor que ya había tenido apariciones importantes en films como los dos que hemos nombrado al principio, y que aquí lleva a cabo la interpretación de su vida.

Ikiru sería galardonada con varios premios, todos ellos nacionales. El más importante, el premio Kinema Junpo a la mejor película japonesa del año.

Existen una versión hindú de 1971, y un “remake” británico de 2022.

La película habla de temas tan humanos como son: la diferencia entre estar vivo y “sentirse vivo”; el peso aniquilante de la burocracia; o las relaciones familiares y cómo les afecta el mal de la rutina.

4 - FILMS Y ENLACES WEB

Resumen films mencionados en las notas anteriores:

Enlaces web de interés: